Manejo adecuado de desechos en laboratorios dentales

Por: Precilab

 

Un estudio reciente en el Instituto Superior Tecnológico Universitario Libertad (ISTUL) reveló importantes brechas en el manejo de desechos en laboratorios dentales. Aunque el 88.5% de los estudiantes identifica correctamente los residuos (como yeso, acrílico y cera), solo un tercio considera adecuada su clasificación. La investigación, que combinó encuestas y observaciones, destacó la ausencia de protocolos específicos para estos materiales, lo que pone en riesgo la salud de estudiantes y personal, especialmente ante la manipulación de desechos peligrosos como metales pesados o residuos infecciosos.


Entre los hallazgos clave, se evidenció que el 35.6% de los desechos terminan sin clasificar, mientras que el 51% de los participantes nunca recibió capacitación sobre gestión de residuos. A pesar de esto, el 73.7% cree que existen medidas para manejar desechos peligrosos, una percepción que contrasta con la realidad observada: contenedores inadecuados y personal de limpieza sin equipo de protección. Además, el 89.4% de los encuestados expresó interés en contar con una guía práctica para abordar estos desafíos.


El estudio propone la creación de una guía integral que incluya desde la identificación de residuos hasta su disposición final, siguiendo normas de bioseguridad. Esta herramienta abordaría no solo la clasificación (como separar yeso de materiales infecciosos), sino también protocolos para el uso de contenedores especializados y capacitaciones obligatorias. La iniciativa busca mitigar riesgos ambientales y de salud, especialmente relevantes en un contexto donde Ecuador carece de regulaciones específicas para laboratorios dentales.


La investigación concluye con un llamado a la acción: implementar contenedores adecuados, capacitar a estudiantes y personal, y extender estas prácticas a profesionales externos. Con un 77.9% de los participantes dispuestos a formar parte de talleres, el estudio subraya la urgencia de adoptar medidas sostenibles. Estas no solo mejorarían la seguridad laboral, sino que también alinearían al sector con estándares internacionales de gestión de residuos sanitarios, como los promovidos por la OMS.